QUÉ ES EL CEREAL MARINO

Un paso más en el descubrimiento de nuevos alimentos en la gran despensa del mar, con una importante función en el cambio climático.

Desde hace más de una década en Aponiente observamos e investigamos nuevos alimentos y productos todavía ocultos procedentes de la gran despensa que es el mar con el objetivo de incorporarlos a la dieta humana. Nuestro sueño es que algún día las personas puedan alimentarse sólo con productos marinos que no sean necesariamente pescados, aplicando los conceptos de la teoría ecológica marina.

Un sueño por el que trabajamos todos los días sumergiéndonos en las aguas de la Bahía de Cádiz (*) y del que hoy estamos un poco más cerca con el descubrimiento de nuevos usos de este cereal marino al que podríamos llamar el arroz del mar.

El “cereal marino” es una planta que crece en el mar, una gramínea acuática , llamada Zostera marina.

Se dice que todas las plantas terrestres primero fueron marinas, y sabemos que ésta es una forma de gramínea que hace años pasó del mar a la tierra, se adaptó a vivir emergida (reproduciéndose por flores y semillas) pero regresó de nuevo al mar, donde siguió evolucionando de forma sumergida. Esta planta superior pertenece a una de las pocas familias que consiguió volver al mar…

Es una de las cuatro especies fanerógamas marinas que existen en Europa y que actualmente crecen de manera natural. Nosotros la encontramos hace tres años en una de nuestras expediciones habituales subacuáticas en las que estudiamos diferentes vegetales marinos para experimentar con ellos.

Por primera vez en la historia, en Aponiente hemos conseguido cultivar de manera controlada esta planta marina llevando a cabo un estudio pionero en el mundo que comenzó en 2017 y gracias al cual hemos podido determinar su viabilidad para el consumo humano. Pudiendo ser además categorizado como un nuevo “superalimento” por sus cualidades nutritivas únicas.

Proyecto pionero en el mundo.

En el laboratorio de investigación de Aponiente hemos logrado cultivar Zostera marina y su producto, el cereal marino, de manera controlada por primera vez en la historia. Nunca antes se había logrado este hito.

En 2017 comenzamos este proyecto pionero en el mundo que además ha permitido recuperar esta especie autóctona, Zostera marina, que ayuda a generar mayor biodiversidad marina enriqueciendo nuestro ecosistema para luchar contra el cambio climático.

Actualmente la extensión de terreno que estamos cultivando de forma experimental es de 3.000m2, situada en el Parque Natural de Bahía de Cádiz, cerca del municipio de Puerto Real. En Europa y las costas del norte de España hay praderas salvajes de Zostera marina, siendo una especies silvestre en régimen de Protección Especial, ya que presta servicios ecosistémicos esenciales pero está desapareciendo de forma alarmante de lugares donde era abundante. Se ve afectada por las actividades humanas que tienen lugar en el medio marino.

A pesar de la importancia que tienen, llevar a cabo proyectos de reforestación es muy difícil al no existir viveros que puedan suministrar plantas y/o semillas; lo pionero de este proyecto es que, por vez primera, se va a crear un banco de semillas que sirva para repoblar humedales costeros para su restauración y gestión.

Cultivando el futuro.

Tras 3 años de trabajo, hemos podido constatar su viabilidad para el cultivo controlado que genere un banco de semillas y las beneficiosas propiedades para el consumo humano. Desarrollando sistemas de plantación, siembra y cosecha que se adaptan al medio marino.

Nos proponemos crear el primer y único centro especializado de I+D en cultivos vegetales marinos del mundo. El objetivo, seguir investigando este cereal marino ya que nos puede dar muchas claves para mitigar los efectos del cambio climático, restaurar ecosistemas acuáticos y para el desarrollo futuro de cultivos comúnmente terrestres en el mar, trabajar para que algún día sea realidad la “huerta marina”.

Tres cuartas partes de la tierra poseen agua salada, tanto en costas como en muchos pozos salinizados en el interior, lo que hace inviable su consumo o el uso para cultivos. Nuestro cereal marino cambia el mapa del mundo dando acceso a un cultivo que puede realizarse en zonas que solo tienen acceso a agua salada.

Puedes descargar el dossier completo con información detallada del proyecto vinculado al “cereal marino” en el siguiente link.